En medio de los escepticismos, en medio de los ataques mediáticos de la
prensa "Casa de Nariño", en medio de las mentes retrogradas de los
“mismos”, en medio de la sangre derramada desde las venas populares; el
gobierno de Juan Manuel Santos retira el proyecto de ley que modifica le ley 30
de 1992, que a su vez establece los criterios sobre los cuales se desarrolla la
educación superior en Colombia. Así, y bajo la consigna "NI LEY NI
REFORMA", el movimiento estudiantil logra un triunfo sin igual en la
historia colombiana, indicando la real necesidad de construir democráticamente
los lineamientos políticos, para un sistema educativo distinto al establecido,
un educación de calidad, digna e incluyente, que sobre todas las cosas, se
ajuste a las necesidades reales del pueblo colombiano. Se trata de un
triunfo que representa la evidente posibilidad de conquistar los objetivos
populares, a partir del convencimiento mental que logra incluso lo
imposible. Hoy bajo el árbol de la unidad se vienen conquistado
los objetivos más sublimes del pueblo colombiano, la construcción de una
sociedad distinta que debe contemplar entre otros tantos elementos, la
educación como la base fundamental en todo cambio social.
Hoy solo se va ganando una batalla y ciertamente el triunfo popular aún está
distante, por esta misma razón los movimientos tácticos sobre los cuales debe
girar y avanzar el proceder del movimiento estudiantil, y de quienes se vienen
sumando a esta lucha, deberán estar vestidos de creatividad y de una destreza
política alejada de radicalismos efervescentes, e inicuos pensamientos de victoria
total. El movimiento estudiantil de hoy, cuenta con un acumulado
importante de cualificación política, y una decisión de lucha que da para mucho
mas, todo aquello enmarcado en el ímpetu de las juventudes y la experiencia de
los viejos jóvenes, una masa popular que hoy enarbola las banderas de la lucha
colombiana vestida de juventud y dignidad, allí se encuentran recogidas en
forma y contenido, las expectativas y los sueños de quienes consideramos que la
construcción de un nuevo y renovado país, pasa por mover de modo
contundente las fichas tácticas de la inteligencia popular, solo así y de
manera efectiva, los pasos de este GIGANTE INSURRECCIONAL, avanzaran hacia el
horizonte de las victorias que moldean el sueño de nuestro pueblo.
Hoy en toda esta patria grande llamada LATINOAMÉRICA se canta insurrección
popular, y la batuta esta en el corazón y el puño de los jóvenes. Saludamos a
los compañeros de Chile, Venezuela, Puerto Rico, a los que ahora inician este
mismo procesos en el Ecuador, y a todas las demás naciones latinoamericanas que
como Colombia, están en la decidida lucha por conquistar las sociedades
igualitarias que soñamos, bajo la premisa de que es imprescindible la cimentación
de un sistema educativo Latinoamericano, que responda a este reto y a los
sueños que merecen de ustedes y nosotros, la mejor disposición, y desde las
posibilidades, una entrega total.
Vamos por mas! porque hay mucho más y lo conquistado aunque importante, aún
es poco.