Este es un documento que surgio a la luz pública en uno de los cientos de espacios que se generan en nuestro pais "libertad a las mariposas" en torno a la realidad de los presos politicos en nuestro pais. Es una invitación a conocerlo analizarlo y generarnos una ipnión critica y propia sobre el tema, "aqui esta el documento para conocerlo"
Yo soy “Jaime Cienfuegos”
Esta es una crónica extraña porque ni yo mismo entiendo quien es quien. A veces nos identificamos tanto con el otro que hasta le usurpamos su carácter, así perdamos autenticidad. Pero cuando nos apropiamos de su identidad alcanzamos un estado de confusión que se vuelve chistoso. Eso es precisamente lo que me pasó al tomar un taxi hacia el centro para comenzar mis labores cotidianas. La emisora del taxi anunciaba que seguía adelante el proceso del Profesor MiguelÁngel Beltrán Villegas a quien el Gobierno, la Fiscalía, el Representante de las Víctimas y el mismo Ministerio Público en nombre de la sociedad (?), lo acusaban de ser el mismo “Jaime Cienfuegos”, miembro de las FARC.
Mientras se daba
la noticia el Conductor me dijo: - Qué injusto es este sistema. En tanto esa
lumbrera de Profesor lleva dos años intentando demostrar que el no es el tal
“Cienfuegos”, los políticos se alían con los empresarios para defraudar al
Estado, más del80% de la población se rebusca la comida diaria en la
informalidad, sin seguridad social, sin educación, sin esperanzas; hasta los
empleados tienen que poner tutelas para que los atiendan por los problemas de
salud, todo como resultado de las políticas impuestas por la Uribestia…y ni qué
decir sobre el manejo amañado que se dio en el agro y la falta de oportunidades
que me llevó a esta opción laboral de taxista, a pesar de ser Profesional….
pero la verdad amigo, “Yo soy Jaime Cienfuegos”.
Quedé pensativo,
atónito y gratamente sorprendido por esa declaración del taxista. Quise seguir
con él y deseé que el trancón se hiciera eterno para que me siguiera contando
sobre el caso, pero más rápido de lo normal llegué a mi destino por lo que le
pagué y me bajé tranquilo porque yo también sabía que el Profe Migue no era
“Cienfuegos”. Llegué al pasaje donde periódicamente me lustran los zapatos y
tomé asiento, el Lustrabotas me pasó el ADN y comenzó su labor manifestándome:
- Ahí podrá
encontrar las últimas noticias sobre la ciudad, aunque no muestran, ni les
interesa mostrar lo que en el fondo padece la gente común y corriente. Eso que
yo al menos me defiendo en este puestico y ya la policía no me jode tanto, pero
mire la largo de la séptima cuantos vendedores ambulantes son acosados y atropellados
por cometer el delito de trabajar por su propia cuenta. Mire “dotor” es que para el gobierno hasta
trabajar por cuenta de uno es delito, lo malo es que uno no puede protestar
abiertamente porque le va peor, por eso toca inventarse un nombre. Aquí le
confieso y se lo digo en voz baja, para que solo Usted lo escuche: “Yo soy
Jaime Cienfuegos” esa chapa que le están achacando a ese Profe de la
Universidad!.
Solté una
carcajada involuntaria…no podía tener otra reacción ante la claridad que
exhibía aquel luchador de la vida diaria que con diafanidad entiende cómo la
informalidad se ha ido criminalizando, pero también sentí alivio porque el
Lustrabotas, como el Taxista y Yo mismo, creíamos en la inocencia del Profe
Migue en cuanto a que él no era el tal “Cienfuegos” así lo que piense, diga y
escriba, sean las verdades que no quiere oír el sistema y el gobierno. Cuando
mis zapatos estuvieron listos le pasé los $ 2.000 al Lustrabotas y seguí por la
séptima. En el fondo, como a 200 metros de la calle 19 se veía venir una
marcha, en esta ocasión eran los campesinos de la cadena láctea. Me dirigí con
interés hacia la masa móvil para tratar de entender qué era lo que deseaban
revelar. A través de carteles, consignas, volantes y otras expresiones no menos
significativas hacían ver cómo su situación se ha ido deteriorando con el
transcurrir de los años, la invasión de las empresas transnacionales que
minimizan sus esfuerzos para maximizar sus ganancias y cómo el Estado a través
del gobiernos y las leyes lo que hacen es cerrarle el camino a los campesinos y
abrírselo a los grandes capitalistas. Estos conceptos y otros desconocidos para
mí y para la mayoría de colombianos sobre la dura realidad de los campesinos me
la explicó un campesino que hizo una pausa en la marcha y quien amablemente me
ilustró acerca de las razones de la marcha. Esta fugaz conversación con el
campesino me dejó muy contento, pero sus palabras finales me dejaron perplejo:
-
Mire
don, así como nosotros los pequeños lecheros estamos en la inopia, también lo
están los paperos, los arroceros, los fruteros, los paneleros, los arroceros,
los cafeteros, los algodoneros, es decir toda la masa de campesinos, que no
encontramos en el gobierno verdaderas medidas efectivas de alivio a nuestra
paupérrima situación. Basta mirar lo que hizo el anterior gobierno con el tal
AgroIngreso Seguro, darles millonadas de dinero a los ricos para que
mantuvieran la explotación de los campesinos, bajo el supuesto de que nosotros
no éramos capaces de manejar y administrar bien esos recursos, es decir
creernos de inferior categoría, cuando nosotros somos los que sabemos del
campo. Por esa razón y por muchísimas más es que hacemos visible nuestro sentir
a través de estas marchas. En este sentido, bien pudiera ser yo el que podría
estar en los estrados judiciales acusado de ser “Jaime Cienfuegos”, mejor dicho
amigo…”Yo soy Cienfuegos”.
Esta
vez no solté ninguna risa, sino que lo observé detenidamente y vi como
regresaba a la marcha y se unía a los coros. Seguí lentamente por la séptima y
aproveché para comprarle una correa a un vendedor ambulante, quien me dio como
valor agregado este comentario:
-
Aquí
en estas cuadras trabajo hace 30 años... y no pasa nada!. Estas marchas y
protestas no llevan a nada. Cuando no son los campesinos, son los empleados de
la salud, hasta los médicos, o los transportadores pequeños, los de los
bicitaxis, los estudiantes…cada semana hay un gremio diferente. Eso no da
resultado. Toca trabajar, así lo jodan a uno, lo persigan, lo acosen, como hace
la policía con nosotros, como si trabajar fuera delito. Y eso que a veces uno
recibe propuestas para solucionar la situación, basta con una “vuelta” rápida y
queda uno arreglado, pero no, eso de torcerse no va conmigo y menos con
paracos. Yo sé y entiendo que estas marchas son muy justas y reclaman por cosas
que son derechos, pero que va…acá sobrevivo.
Le pagué por la
correa y me entré a una cafetería. Me atendió una chica muy amable que parecía
con un nivel educativo superior a bachiller, quien me trajo un capuchino y ante
mi pregunta sobre la razón de estar allí me manifestó:
-
Estoy
acá y en esto por necesidad. Pero mi pasión es escribir, me encanta la
literatura. Imagínese que al igual que la famosa Aurora Dupin que usó el alias
de George Sand, yo quisiera hacer obras y firmar con el nombre de un hombre,
eso me parece genial. Incluso he pensado y creído que el tal “Jaime Cienfuegos”
debe ser una mujer muy inteligente y comprometida con las causas de los pobres
que son la mayoría de nuestro país.
Esto ya era
demasiado. “Jaime Cienfuegos” estaba en todas partes!. Tenía el don de la
ubicuidad. Y claro, había que buscarlo y mostrarlo a como diera lugar. No era
difícil para el gobierno encontrarlo. Bastaba con señalar a cualquiera de los
tantos “Jaime Cienfuegos” que hay por toda Colombia, o en otro país. Eso fue lo
que sucedió. Echaron mano de alguien que pensara con la claridad que revelara
la injusticia de nuestro país y lo hallaron en México. Sorprendido por mi
descubrimiento me entré a una biblioteca cercana donde se daba el lanzamiento
de un libro. Después de escuchar los comentarios del autor, me le acerqué con
un ejemplar de su libro para que tuviera la generosidad de firmármelo con
algunas palabras y esto fue lo que me escribió:
“Desde la
libertad te dedico estas páginas. Gracias por creer en mi inocencia y gracias
por creer en el pensamiento libre.
Con aprecio y
afecto
“Jaime
Cienfuegos” porque Jaime Cienfuegos somos para el Estado todos los que pensamos
críticamente”
Al maestro capturdo por pensar diferente.
Escrito tomado del espacio : "libertad a las mariposas" Santiago de Cali - Solidaridad a presos politicos"
...los tales presos politicos de los que habla son gente de las farc...son una manada de terroristas!
ResponderEliminarAmigo lector, su apreciación es respetada pero no compartida,...solo hay que ver mas alla de nuestra inmediates "telenovelezca" y contemplar la realidad que azota este pais...
ResponderEliminares claro que una gran parte de la poblacion colombiana sufre de ingenuidad y amnesia, es obvio que casos como estos son comunes y mas con el historial de gobiernos que grnades precedentes han marcado en el area del autoritarismo y demagogia...la critica verdadera y la oposicion con argumentos son calificados peligrosamente con titulos de terrorismo e ilegalidad por personas que no ven mas allá de intereses egoistas y destructivos
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