viernes, 29 de julio de 2011

PRESOS POLITICOS - La cronica de "Jaime cienfuegos"


















Este es un documento que surgio a la luz pública en uno de los cientos de espacios que se generan en nuestro pais "libertad a las mariposas" en torno a la realidad de los presos politicos en nuestro pais. Es una invitación a conocerlo analizarlo y generarnos una ipnión critica y propia sobre el tema, "aqui esta el documento para conocerlo"

Yo soy “Jaime Cienfuegos” 

Esta es una crónica extraña porque ni yo mismo entiendo quien es quien. A veces nos identificamos tanto con el otro que hasta le usurpamos su carácter, así perdamos autenticidad. Pero cuando nos apropiamos de su identidad alcanzamos un estado de confusión que se vuelve chistoso. Eso es precisamente lo que me pasó al tomar un taxi hacia el centro para comenzar mis labores cotidianas. La emisora del taxi anunciaba que seguía adelante el proceso del Profesor MiguelÁngel Beltrán Villegas a quien el Gobierno, la Fiscalía, el Representante de las Víctimas y el mismo Ministerio Público en nombre de la sociedad (?), lo acusaban de ser el mismo “Jaime Cienfuegos”, miembro de las FARC.
Mientras se daba la noticia el Conductor me dijo: - Qué injusto es este sistema. En tanto esa lumbrera de Profesor lleva dos años intentando demostrar que el no es el tal “Cienfuegos”, los políticos se alían con los empresarios para defraudar al Estado, más del80% de la población se rebusca la comida diaria en la informalidad, sin seguridad social, sin educación, sin esperanzas; hasta los empleados tienen que poner tutelas para que los atiendan por los problemas de salud, todo como resultado de las políticas impuestas por la Uribestia…y ni qué decir sobre el manejo amañado que se dio en el agro y la falta de oportunidades que me llevó a esta opción laboral de taxista, a pesar de ser Profesional…. pero la verdad amigo, “Yo soy Jaime Cienfuegos”.
Quedé pensativo, atónito y gratamente sorprendido por esa declaración del taxista. Quise seguir con él y deseé que el trancón se hiciera eterno para que me siguiera contando sobre el caso, pero más rápido de lo normal llegué a mi destino por lo que le pagué y me bajé tranquilo porque yo también sabía que el Profe Migue no era “Cienfuegos”. Llegué al pasaje donde periódicamente me lustran los zapatos y tomé asiento, el Lustrabotas me pasó el ADN y comenzó su labor manifestándome:
- Ahí podrá encontrar las últimas noticias sobre la ciudad, aunque no muestran, ni les interesa mostrar lo que en el fondo padece la gente común y corriente. Eso que yo al menos me defiendo en este puestico y ya la policía no me jode tanto, pero mire la largo de la séptima cuantos vendedores ambulantes son acosados y atropellados por cometer el delito de trabajar por su propia cuenta.  Mire “dotor” es que para el gobierno hasta trabajar por cuenta de uno es delito, lo malo es que uno no puede protestar abiertamente porque le va peor, por eso toca inventarse un nombre. Aquí le confieso y se lo digo en voz baja, para que solo Usted lo escuche: “Yo soy Jaime Cienfuegos” esa chapa que le están achacando a ese Profe de la Universidad!.
Solté una carcajada involuntaria…no podía tener otra reacción ante la claridad que exhibía aquel luchador de la vida diaria que con diafanidad entiende cómo la informalidad se ha ido criminalizando, pero también sentí alivio porque el Lustrabotas, como el Taxista y Yo mismo, creíamos en la inocencia del Profe Migue en cuanto a que él no era el tal “Cienfuegos” así lo que piense, diga y escriba, sean las verdades que no quiere oír el sistema y el gobierno. Cuando mis zapatos estuvieron listos le pasé los $ 2.000 al Lustrabotas y seguí por la séptima. En el fondo, como a 200 metros de la calle 19 se veía venir una marcha, en esta ocasión eran los campesinos de la cadena láctea. Me dirigí con interés hacia la masa móvil para tratar de entender qué era lo que deseaban revelar. A través de carteles, consignas, volantes y otras expresiones no menos significativas hacían ver cómo su situación se ha ido deteriorando con el transcurrir de los años, la invasión de las empresas transnacionales que minimizan sus esfuerzos para maximizar sus ganancias y cómo el Estado a través del gobiernos y las leyes lo que hacen es cerrarle el camino a los campesinos y abrírselo a los grandes capitalistas. Estos conceptos y otros desconocidos para mí y para la mayoría de colombianos sobre la dura realidad de los campesinos me la explicó un campesino que hizo una pausa en la marcha y quien amablemente me ilustró acerca de las razones de la marcha. Esta fugaz conversación con el campesino me dejó muy contento, pero sus palabras finales me dejaron perplejo:
-          Mire don, así como nosotros los pequeños lecheros estamos en la inopia, también lo están los paperos, los arroceros, los fruteros, los paneleros, los arroceros, los cafeteros, los algodoneros, es decir toda la masa de campesinos, que no encontramos en el gobierno verdaderas medidas efectivas de alivio a nuestra paupérrima situación. Basta mirar lo que hizo el anterior gobierno con el tal AgroIngreso Seguro, darles millonadas de dinero a los ricos para que mantuvieran la explotación de los campesinos, bajo el supuesto de que nosotros no éramos capaces de manejar y administrar bien esos recursos, es decir creernos de inferior categoría, cuando nosotros somos los que sabemos del campo. Por esa razón y por muchísimas más es que hacemos visible nuestro sentir a través de estas marchas. En este sentido, bien pudiera ser yo el que podría estar en los estrados judiciales acusado de ser “Jaime Cienfuegos”, mejor dicho amigo…”Yo soy Cienfuegos”.
Esta vez no solté ninguna risa, sino que lo observé detenidamente y vi como regresaba a la marcha y se unía a los coros. Seguí lentamente por la séptima y aproveché para comprarle una correa a un vendedor ambulante, quien me dio como valor agregado este comentario:
-          Aquí en estas cuadras trabajo hace 30 años... y no pasa nada!. Estas marchas y protestas no llevan a nada. Cuando no son los campesinos, son los empleados de la salud, hasta los médicos, o los transportadores pequeños, los de los bicitaxis, los estudiantes…cada semana hay un gremio diferente. Eso no da resultado. Toca trabajar, así lo jodan a uno, lo persigan, lo acosen, como hace la policía con nosotros, como si trabajar fuera delito. Y eso que a veces uno recibe propuestas para solucionar la situación, basta con una “vuelta” rápida y queda uno arreglado, pero no, eso de torcerse no va conmigo y menos con paracos. Yo sé y entiendo que estas marchas son muy justas y reclaman por cosas que son derechos, pero que va…acá sobrevivo.
Le pagué por la correa y me entré a una cafetería. Me atendió una chica muy amable que parecía con un nivel educativo superior a bachiller, quien me trajo un capuchino y ante mi pregunta sobre la razón de estar allí me manifestó:
-          Estoy acá y en esto por necesidad. Pero mi pasión es escribir, me encanta la literatura. Imagínese que al igual que la famosa Aurora Dupin que usó el alias de George Sand, yo quisiera hacer obras y firmar con el nombre de un hombre, eso me parece genial. Incluso he pensado y creído que el tal “Jaime Cienfuegos” debe ser una mujer muy inteligente y comprometida con las causas de los pobres que son la mayoría de nuestro país.
Esto ya era demasiado. “Jaime Cienfuegos” estaba en todas partes!. Tenía el don de la ubicuidad. Y claro, había que buscarlo y mostrarlo a como diera lugar. No era difícil para el gobierno encontrarlo. Bastaba con señalar a cualquiera de los tantos “Jaime Cienfuegos” que hay por toda Colombia, o en otro país. Eso fue lo que sucedió. Echaron mano de alguien que pensara con la claridad que revelara la injusticia de nuestro país y lo hallaron en México. Sorprendido por mi descubrimiento me entré a una biblioteca cercana donde se daba el lanzamiento de un libro. Después de escuchar los comentarios del autor, me le acerqué con un ejemplar de su libro para que tuviera la generosidad de firmármelo con algunas palabras y esto fue lo que me escribió:
“Desde la libertad te dedico estas páginas. Gracias por creer en mi inocencia y gracias por creer en el pensamiento libre.
Con aprecio y afecto
“Jaime Cienfuegos” porque Jaime Cienfuegos somos para el  Estado todos los que pensamos críticamente”
 Al maestro capturdo por pensar diferente.

Escrito tomado del espacio : "libertad a las mariposas" Santiago de Cali - Solidaridad a presos politicos"